Las islas urbanas de calor (IUC) se refieren a las importantes diferencias de temperatura entre los centros urbanos y las zonas rurales circundantes, sobre todo por la noche. Comprender los parámetros que influyen en ellas es esencial si queremos preverlas con mayor eficacia y aplicar soluciones adecuadas.

En THEMACS Ingénierie, analizamos los tres principales factores que más influyen en las UHI : el albedo, la emisividad y los cañones urbanos.

Albedo

El albedo se refiere a la capacidad de una superficie expuesta a la radiación solar para reflejar la energía recibida. Oscila entre 0 y 1:

  • 0 corresponde a una superficie completamente negra que absorbe totalmente la energía emitida por el sol.
  • 1 corresponde a una superficie perfectamente blanca que refleja todos los rayos solares.

Una superficie oscura, como los suelos impermeables (hormigón, asfalto), los tejados oscuros o las paredes (ladrillos), absorbe una gran cantidad de energía y, por tanto, acumula mucho calor. Este calor se libera masivamente por la noche, contribuyendo a la formación de islas urbanas de calor.

Emisividad

La emisividad térmica es una propiedad adimensional que caracteriza la capacidad de una superficie para emitir radiación infrarroja. Depende de varios parámetros, como la temperatura, la longitud de onda y el estado de la superficie.

  • Un material con una alta emisividad libera fácilmente el calor absorbido.
  • Un material de baja emisividad retiene este calor durante más tiempo, contribuyendo a calentar el aire ambiente.

En las grandes ciudades, el calor aumenta rápidamente debido a factores como el intenso tráfico rodado, los aparatos de aire acondicionado, las chimeneas y el uso de materiales difusores (betún, baldosas, pintura mate, etc.). Por tanto,la emisividad desempeña un papel crucial a la hora de determinar cómo se enfría una ciudad por la noche. Los materiales mal elegidos pueden amplificar las UHI al ralentizar el enfriamiento nocturno.

Cañones urbanos

Los cañones urbanos son zonas donde los edificios están tan juntos que hay poco espacio entre ellos, lo que limita la circulación del aire.

Esta configuración tiende a atrapar el calor acumulado, sobre todo durante el día, cuando brilla el sol (Figura 1). Reduce el intercambio de calor, sobre todo radiativo, durante la noche. Como resultado, el calor acumulado por los edificios y el suelo no puede disiparse de forma eficaz, lo que acentúa el UHI.

Figura 1 – El «factor de visión del cielo» – (Fuente: APUR)